La lección del bosque encantado

Había una vez una ardilla llamada Ana que vivía en un bosque lleno de árboles altísimos. Ana era muy trabajadora y pasaba todo el día recogiendo nueces y bellotas para guardarlas en su despensa. Tenía tantas, que ya no sabía ni dónde meterlas.

Un día, mientras Ana recogía más comida, vio a una tortuga llamada Lola que caminaba muy despacio por el bosque. Lola no tenía muchas cosas, pero siempre estaba contenta y disfrutaba del paisaje.

Ana se acercó a Lola y le preguntó: "¿Cómo puedes ser feliz si no tienes casi nada?" Lola le sonrió y le dijo: "La felicidad no está en tener muchas cosas, sino en disfrutar de lo que tienes".

Ana se quedó pensando en lo que le había dicho Lola. Tenía razón. Ella tenía muchas nueces, pero nunca tenía tiempo para jugar o descansar. Siempre estaba preocupada por recoger más y más.

A partir de ese día, Ana cambió su forma de ser. Aprendió a disfrutar del bosque y a compartir sus nueces con los demás animales. Descubrió que la felicidad no estaba en tener mucho, sino en necesitar poco.