Qué bonita se ve la vida
desde el orgasmo candente
en la lobreguez de la acotada ciudad.
No recuerdo su sabor por más que lo escribo.
Marido sin sentido las palabras
encontradas en cada rincón
del abismo de mis cloacas.
Me iba mejor cuando pensaba menos
y besaba más...
*****
Han participado ©Fali y conviviendo
No hay comentarios:
Publicar un comentario